El 7 de mayo de 2022 se dio a conocer en medios de comunicación chinos la noticia del descubrimiento de una fosa gigante de dimensiones enormes (192 metros de profundidad, 306 de largo y 150 de ancho) en el condado de Leye de la región autónoma china de Guangxi Zhuang, en cuyo bosque interior se asoman árboles primitivos de hasta 40 metros de altura y donde se cree que podrían encontrarse especies vegetales desconocidas que hubieran podido evolucionar de forma independiente a las de la superficie (Xinhua, 2022).
Aunque la fosa fue descubierta en una zona en la que se suman ya 30 sumideros de ese tipo (DW, 2022), el recientemente anunciado destaca por sus dimensiones y su profundidad, que habría facilitado que especies vegetales se desarrollaran con relativa diferencia a las habidas en los terrenos del exterior (ibid.).
Este tipo de formación geológica en forma de fosa gigante, llamada kárstica o dolina en español, abunda no sólo en China, sino también en México y Papúa Nueva Guinea (Xinhua, 2022), y es producto de la acción erosiva del agua de los mares tropicales en formaciones de piedra caliza y arenisca que datan de hace 60 millones de años (Winchester, 2007).
En México, son especialmente populares las similares fosas de los cenotes de Yucatán, donde se deposita agua de manantial, así como las dolinas ubicadas a lo largo de la Sierra Madre Oriental, en estados como Chiapas, Nuevo León y Tamaulipas (González Medrano y Hernández Mejía, 1998). Aun en estas regiones mexicanas es posible encontrar especies enlistadas como raras, amenazadas y en peligro de extinción, razón por la cual son consideradas prioritarias en los propósitos de conservación ecológica de instituciones gubernamentales como la CONABIO (Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad; ibid.).
Aunque un descubrimiento de este tipo puede despertar los recuerdos de historias de ciencia ficción en las que el interior de la Tierra oculta especies sorprendentes para los habitantes de la superficie, también puede así hacerlo con los recuerdos de advertencias comunes al potencial abuso de este tipo de zonas. Ya en México se han identificado desde hace años riesgos para la conservación de la diversidad biológica de este tipo de paisajes naturales, como el pastoreo de ganado vacuno o las prácticas turísticas no controladas (que, como hemos visto antes, pueden incluso conducir a la pérdida de los rasgos característicos de las áreas naturales de interés en las que se enfocan; González Medrano y Hernández Mejía, 1998). El caso del nuevo descubrimiento de la fosa kárstica en China, más allá de la admiración y el inevitable interés especulativo alrededor de los secretos naturales que podría albergar, sirve también para recordar la importancia de los esfuerzos de control de explotación de los espacios naturales sin los cuales la admiración, la especulación de ciencia ficción y las visitas turísticas no serían posibles.
Referencias
—DW. (2022, 12 de mayo). Científicos hallan bosque que crece dentro de una gigantesca fosa recién descubierta en China. https://www.dw.com/es/cient%C3%ADficos-hallan-bosque-que-crece-dentro-de-una-gigantesca-fosa-reci%C3%A9n-descubierta-en-china/a-61778519
—González Medrano, F. y Hernández Mejía, G. (1998). Las dolinas de Tamaulipas. Ciencias. https://www.revistacienciasunam.com/en/109-revistas/revista-ciencias-50/911-las-dolinas-de-tamaulipas.html
—Winchester, S. (2007, 17 de julio). In remote China, a spectacular landscape becomes popular destination. The New York Times. https://www.nytimes.com/2007/07/16/travel/16iht-trchina.1.6678688.html
—Xinhua. (2022, 7 de mayo). Giant karst sinkhole discovered in China’s Guangxi. https://english.news.cn/20220507/722aa19654e9469db044f1c231fb260e/c.html