Aguascalientes

El caso de Aguascalientes es el de un estado mexicano favorecido tanto por su ubicación geográfica como por la atención prestada entre su población a su desarrollo social. Históricamente, a pesar de tratarse de uno de los estados más pequeños del país en cuanto a territorio (Aguascalientes ocupa apenas el 0.3% de la extensión territorial de México), su ubicación en medio de tres de las áreas más pobladas y desarrolladas industrialmente del país desde tiempos coloniales (la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey) le sirvió para conformarse de a poco en un importante centro de extracción minera (en especial de plata) y punto de paso ferroviario de todo tipo de mercancías y bienes.

En la actualidad, la relevancia de Aguascalientes como un estado proveedor de maquinaria y equipo para el resto de los estados de la República es todavía vigente, ya que ese sector constituye la principal fuente de aportación a su producto interno bruto (PIB) estatal. El producto interno bruto es el medidor usado para calcular el valor monetario de todos los bienes y servicios generados a lo largo de un año, y la industria manufacturera aguascalentense es tan importante que le vale, junto al resto de sus sectores productivos, a Aguascalientes tener uno de los PIB por habitante más altos del país, ya que, en promedio, un habitante en el estado genera en un año el equivalente a $142,700 pesos, $15,000 pesos por encima del promedio nacional de $127,000.

El establecimiento de Aguascalientes como un estado manufacturero explica también dinámicas sociales que giran en torno a la urbanización: el 84% del total de su población vive en áreas urbanas, por encima del promedio nacional de población en áreas urbanas del 79%, y la mayoría de esa población urbana se concentra en su capital, la ciudad de Aguascalientes.

La disposición urbana que facilita el acceso a centros educativos es lo que ha permitido también que Aguascalientes tenga uno de los grados de escolaridad más altos del país, ya que un habitante hidrocálido en promedio completa 10.3 años de estudios, lo que significa llegar hasta poco más del primer año de preparatoria, un indicador que, de nuevo, se encuentra por encima del promedio nacional de 9.7 años.

Es indudable al observar las cifras anteriores con relación a la situación educativa y profesional de la sociedad aguascalentense la conexión innegable que existe entre el grado de escolaridad de un estado y las oportunidades laborales y el ingreso monetario de sus habitantes, lo que ilustra, por ejemplo, que según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) un solo año más en el promedio de escolaridad de un país puede representar un incremento de entre 4 y 7% en el ingreso monetario promediado por habitante.

Vale por todo esto hacer énfasis en la atención puesta al sector educativo en el estado de Aguascalientes, lo que le ha valido convertirse en uno de los estados con mayor crecimiento económico a pesar de ser uno de los estados más pequeños del país. Las lecciones aprendidas con el caso de Aguascalientes son lo que impulsa a la UNIDEV a recordar su compromiso de ofrecer un modelo educativo completo y accesible para estudiantes interesados en concluir su educación media superior desde cualquier punto del país apenas contando con un dispositivo conectado a internet. La UNIDEV tiene la convicción de que la educación es la mejor de las inversiones para una sociedad.

En Aguascalientes, como en toda la República, la UNIDEV refrenda su compromiso para con sus estudiantes innovando la educación en México.