Quintana Roo

Quintana Roo goza hoy en día de una importancia turística como pocas las hay en el país. No sólo son famosos destinos nacionales e internacionales los sitios arqueológicos de ruinas mayas de Xcaret, Xel-Há, Tulum y Muyil, sino también sus quizá incluso más renombradas playas y centros de vacación, como Cancún, las islas Mujeres y Cozumel y localidades como Bacalar, Playa del Carmen y Akumal. Su industria turística es tan importante que la principal fuente de aportación a su producto interno bruto (PIB, que es el valor monetario anual de todos los bienes y servicios generados en el estado) la constituyen sus centros hoteleros y sus recintos restauranteros.

La elevada demanda de trabajadores para la industria de hotelería y la construcción de recintos de alojamiento ha significado en años recientes para Quintana Roo un crecimiento poblacional debido principalmente a la migración de habitantes de estados vecinos del sureste de México, lo que a su vez explica que en Quintana Roo el 90% de la población se concentre en centros urbanos (bastante por encima del 79% del promedio de la población nacional que vive en ciudades), con apenas el 10% de sus habitantes viviendo en áreas rurales.

Esta alta concentración poblacional en áreas urbanas, que no ha impedido que el 12% de los quintanarroenses conserven en uso el legado cultural de sus lenguas originarias (principalmente el náhuatl y el maya) facilita también el acceso de los estudiantes a los centros educativos, en contraste con otras regiones del país en que los alumnos optan por abandonar sus estudios debido a problemas relacionados con las distancias entre su casa y su escuela o los tiempos de traslado y los gastos que implican. Quintana Roo tiene un grado de escolaridad entre su población de 10.2 años, lo que quiere decir que sus estudiantes abandonan la escuela en promedio poco después de su primer año de educación de nivel preparatoria (para comparar, el grado de escolaridad promedio en todo el país es de 9.7 años, medio año por debajo del nivel de Quintana Roo).

La antes mencionada necesidad de integrar a los habitantes quintanarroenses a la fuerza de trabajo de su industria hotelera y su relativamente destacable nivel de escolaridad han permitido también que el estado posicione su PIB per cápita (su producto interno bruto anual dividido entre su total de habitantes) por encima del promedio nacional: el PIB per cápita de Quintana Roo es de $128,903, en tanto que el promedio nacional es de $127,425.

Al analizar la relación existente entre la demanda de trabajo especializado en el estado para atender su industria turística y el grado de escolaridad de sus habitantes es inevitable darse cuenta de que la puerta de acceso a una oferta laboral más amplia y productiva para los ciudadanos es precisamente la que se abre con las llaves de la formación académica. Tanto es así que, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), un solo año adicional en el promedio del grado de escolaridad entre los habitantes de un país puede incrementar entre 4 y 7% su PIB per cápita.

Con esta resolución en mente es que la UNIDEV refrenda su compromiso de ofrecer un modelo educativo de la más alta calidad, apoyado en un plan de estudios integral que permite a sus estudiantes concluir sus estudios de nivel bachillerato desde cualquier parte del país apenas contando con un celular conectado a internet, a su propio ritmo y con su propia planificación de horarios.

En Quintana Roo, como en toda la República, la UNIDEV refrenda su compromiso para con sus estudiantes innovando la educación en México.