Nayarit

El estado de Nayarit lleva en su historia un legado de lucha social por la autonomía y el bienestar de las comunidades indígenas que no sólo lideraron la búsqueda de independencia del estado, sino que también le dieron nombre. Cuando las fuerzas españolas lideradas por Nuño Beltrán de Guzmán entraron en el territorio que hoy ocupa el estado de Nayarit en la década de 1530, fue tanta la brutalidad con que intentaron imponerse sobre los pueblos indígenas de la región que los indígenas coras organizaron fuerzas de resistencia a las que los españoles no pudieron derrotar definitivamente para tomar el control del territorio sino hasta casi 200 años después, en 1722. Es tan memorable en la actualidad el esfuerzo de resistencia de los pueblos indígenas nativos y su patrimonio cultural que el nombre del estado, Nayarit, fue tomado del nombre de un rey y líder de la resistencia cora que vivió poco antes de la llegada de los conquistadores.

Hoy en día, Nayarit es uno de los estados con los índices más altos en el país de hablantes de lenguas indígenas, donde seis de cada 100 personas mayores de tres años hablan alguna (especialmente el cora y el huichol), aunque una porción considerable de ese grupo de hablantes (el 16.6%) no habla español, lo que dificulta su integración en la sociedad moderna y su acceso a servicios educativos, jurídicos y de salud.

Económicamente, la principal actividad en Nayarit es el comercio, especialmente de los productos de su agricultura y su pesca, que son distribuidos no sólo en áreas urbanas como las de las zonas metropolitanas de la Ciudad de México y Guadalajara, sino también a Europa y Oceanía. Sin embargo, a pesar de que el estado de Nayarit contiene el 1% de la población total del país (es decir, un poco más de 1.2 millones de habitantes), su contribución al producto interno bruto (también llamado PIB, que es el valor monetario de todos los bienes y servicios generados a lo largo de un año) de México es de apenas el 0.7%, un número bajo que queda explicado, por ejemplo, por el hecho de que el 36.7% de su población mayor de 12 años no tiene trabajo.

La relativamente baja ocupación económica en el estado de Nayarit explica también que su PIB per cápita (es decir, el valor promediado por habitante de los ingresos monetarios de todo un año) esté entre los más bajos de todo el país, con $83,135 pesos, más de $40,000 pesos por debajo del promedio nacional de $127,425.

La necesidad de atender las condiciones económicas bajo las cuales vive la población nayarita tampoco podría entenderse sin revisar también su grado de escolaridad. Ya que una parte importante de la población (el 28%) vive en áreas rurales donde el acceso a la infraestructura educativa de calidad es dificultoso, casi la mitad de los jóvenes de entre 15 y 24 años no asisten a la escuela, y en promedio el estudiante nayarita abandona sus estudios poco antes de haber completado el primer año de preparatoria.

Considerando que, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), un solo año más en el grado de escolaridad de un país puede incrementar su PIB per cápita (y por tanto el poder adquisitivo y la estabilidad financiera de las familias) entre 4 y 7%, la UNIDEV no puede evitar la ocasión de reiterar a sus estudiantes su compromiso de ofrecer un modelo educativo accesible desde cualquier punto del país apenas contando con un celular conectado a internet con el que puede completarse el bachillerato en cuatro meses, con libertad de horarios. La UNIDEV es consciente de que la mejor inversión para el bienestar de los ciudadanos es la educación.

En Nayarit, como en toda la República, la UNIDEV refrenda su compromiso para con sus estudiantes innovando la educación en México.