Cómo contribuir a la reforestación sin salir de casa

En tiempos recientes, son numerosas las ciudades y regiones de México que han registrado récords de temperaturas altas que pueden ir desde una diferencia de apenas una décima de un grado centígrado hasta casi tres grados centígrados por encima de los récords anteriores en cada una de esas ciudades, como sucedió con la ciudad de Progreso, Yucatán, que el 9 de mayo de 2024 llegó al récord de 44.2 ºC después de que su récord anterior, establecido en mayo de 2009, fuera de 41.5 ºC («Estas ciudades de México rompieron récord en temperatura este 2024», 2024).

Este tipo de aumentos de temperatura generalizados en el país y en muchas otras partes del mundo ciertamente suele estar acompañado de efectos negativos en el medio ambiente (como la alteración de los hábitats naturales, el aumento del nivel del mar y los desastres naturales que ambos pueden ocasionar; Gibbens, 2024), pero es la forma en que estos efectos negativos pueden repercutir también en la vida general y en la vida humana en particular la que vuelve tan alarmantes estos cambios. Por ejemplo, incluso si los desequilibrios ambientales que acompañan al calentamiento global no se tomaran en cuenta, el solo incremento progresivo de la temperatura acelerado por la emisión descontrolada de gases de efecto invernadero puede dificultar o imposibilitar al humano su supervivencia (ib.), ya que a partir del rango de temperatura externa de entre 40 y 50 °C el cuerpo humano comienza a experimentar dificultades para estabilizar sus procesos internos (Delbert, 2023), lo que puede a su vez desembocar en malestares como golpes de calor y una evaporación acelerada del agua del cuerpo que, ante la incapacidad de rehidratarse al mismo ritmo, reduciría el volumen sanguíneo en el organismo y llevaría a la muerte por deshidratación (ib.).

Para combatir los efectos del cambio climático, que puede caracterizarse no sólo por el incremento en los promedios de temperatura a nivel mundial, sino, por medio del desequilibrio ambiental que dicho incremento produce, también otro tipo de efectos como inviernos más fríos y sequías más prolongadas, existen distintas medidas, algunas de las cuales son en especial populares, como el uso limitado de vehículos motorizados como medio de transporte particular (que puede ser sustituido, idealmente, con el uso del transporte público o de medios de transporte como la bicicleta), pero existen también medidas quizá menos conocidas que sin embargo son igualmente útiles para contribuir a la estabilización de los efectos adversos del cambio climático a través de la reforestación, que es el proceso a través del cual se replantan árboles en áreas rurales o urbanas afectadas tanto por desastres naturales como incendios forestales y sequías o por la deforestación comercial ―con fines agrícolas o inmobiliarios, por ejemplo― que lleva a las personas a cortar cerca de 15,000 millones de árboles cada año en todo el mundo a un ritmo insostenible de no ser por los esfuerzos colectivos por reforestar (Stankiewicz, 2022).

Aquí presentamos algunas acciones sencillas con las cuales es posible contribuir a la reforestación incluso sin necesidad de salir de casa.

1. Comer de forma más saludable. Una de las maneras más sencillas para proteger los bosques, que cubren cerca de una tercera parte de la superficie del planeta (Stankiewicz, 2022) es simplemente comer con mayor balance, en particular al prestar atención a reducir la cantidad de alimentos procesados que se ingieren y consumir más frutas y verduras frescas («7 ways to support reforestation», 2019). La razón es en realidad simple: alrededor del 50% de los alimentos empacados contienen aceite de palma (palm oil en inglés), que tiene un número enorme de usos, desde permitir que los productos untables permanezcan untables incluso a temperatura ambiente y conservar los alimentos debido a su resistencia a la oxidación hasta permitir que los alimentos procesados conserven una textura crujiente («8 things to know about palm oil», s. f.). El problema con el aceite de palma consiste en que su uso es tan común en la industria alimenticia que para cumplir con la demanda de su producción bosques de todos los continentes son deforestados para dedicarlos exclusivamente a la plantación del árbol del aceite de palma («7 ways to support reforestation», 2019), lo que termina por alterar ecosistemas enteros, promover el uso de pesticidas dañinos para la naturaleza e incluso promover el desplazamiento de comunidades indígenas (ib.). Ya que es prácticamente imposible no consumir de forma cotidiana comida que lo contenga (lo que es más cierto debido a los cerca de 200 nombres distintos con los que el aceite de palma suele disfrazarse en la lista de ingredientes de los alimentos, como «aceite de origen vegetal», «grasa vegetal», «palmitato de sodio», «glicerina», «mantequilla de coco» o «manteca de cacao»; Mollejo, 2022), la forma más fácil de combatir la deforestación motivada por su producción es reducir su consumo y, por tanto, su demanda, por lo que puede ser muy benéfico, tanto para la salud individual como para el equilibrio ecológico, seguir una dieta que favorezca los alimentos frescos no empaquetados y producidos localmente.

2. Usar productos fabricados con madera o papel reciclados. Una vez que el papel y otros derivados de los árboles, como la madera, comienzan su proceso de descomposición, se vuelven una fuente significativa de metano, que es uno de los gases de efecto invernadero que contribuyen a la larga al aumento de las temperaturas ambientales («7 ways to support reforestation», 2019). Si a esto se suma el hecho de que la mera producción de estos materiales requiere no sólo la tala de árboles, sino también un consumo considerable de agua y energía (ib.), buscar alternativas que permitan reducir estos efectos adversos es en especial útil, por lo que usar productos reciclados de este tipo tiene un valor ya muchas veces comentado desde los niveles más básicos de la educación. Asimismo, una medida disponible para los consumidores es adquirir productos que incluyan alguno de los sellos del FSC (el Consejo de Administración Forestal, por sus siglas en inglés), una casa certificadora fundada en 1990 que verifica que los árboles talados por las distintas empresas encargadas de producir envases de cartón, papel, lápices, muebles y cualesquiera otros derivados pertenecen a bosques regulados en los que se permite que dichos árboles sean reemplazados o que se regeneren naturalmente (ib.; «Encuentra productos certificados FSC», s. f.), lo que ofrece seguridad al consumidor de que la madera no procede de deforestaciones no reguladas o ilegales.

3. Usar el motor de búsqueda en internet de Ecosia. Aunque, como individuos, el deseo contribuir a la reforestación por medio de la plantación de árboles, ya sea en zonas rurales o urbanas, puede estar acompañado de buenas intenciones, en muchos casos la plantación no suficientemente informada de especies de árboles no adecuadas para cierto tipo de ecosistema, para cierto tipo de suelo o para cierto clima puede, en realidad, conllevar más efectos negativos que positivos e incrementar el desequilibrio ambiental (Welch, 2022). Por esta razón, poniendo de lado opciones como comenzar un huerto en casa, lo que suele recomendarse para rehabilitar áreas deforestadas no es hacerlo uno mismo, sino hacerlo por medio de campañas colectivas de reforestación planeadas por organizaciones confiables que se dediquen al cuidado forestal y sepan cuáles especies de árboles pueden aprovechar mejor los tipos de suelo y la disponibilidad en ciertas áreas de recursos como el agua (ib.). Sin embargo, ya que el estilo de vida acelerado de la modernidad puede dificultar a las personas tomar parte en campañas que requieran asistir presencialmente a la plantación de árboles o que soliciten donaciones monetarias, una forma accesible para cualquier persona con acceso a internet de contribuir de manera sencilla a los esfuerzos de reforestación es el uso del motor de búsqueda Ecosia, disponible desde cualquier navegador de forma gratuita. Ecosia funciona como cualquier otro motor de búsqueda (por ejemplo, Google o Bing), con la diferencia significativa de que los ingresos generados por medio de los anuncios publicitarios derivados de las búsquedas en internet de los usuarios son donados a organizaciones sin fines de lucro dedicadas a la reforestación y la preservación del medio ambiente («7 ways to support reforestation», 2019). Es destacable también la transparencia con la que Ecosia opera, ya que ofrece a todo público sus reportes financieros mensuales, donde puede consultarse cuánto dinero se genera al mes gracias a las búsquedas de los usuarios y cómo ese dinero se traduce en números de árboles plantados en todo el mundo.

4. Estar al tanto de las propuestas políticas ambientales de los funcionarios públicos. Una acción al alcance de todas las personas que podría parecer evidente, pero puede ser ignorada, es la de prestar atención a las propuestas y las medidas tomadas por los actores políticos locales y nacionales en torno al cuidado del medio ambiente («7 ways to support reforestation», 2019). No se trata solamente de escuchar las promesas de campaña de los diferentes candidatos a un cargo público, sino también de dar seguimiento a los pasos dados por los ganadores de las elecciones populares para corroborar que dichas promesas son atendidas y respetadas una vez que se asume el cargo. La relación entre los políticos y las empresas inmobiliarias (que suelen ser, como se ha dicho, las responsables de buena parte de la deforestación) y las fuentes de energía en las que invierte una administración son dos puntos de especial interés a tomar cuenta en una agenda política antes de emitir un voto como elector, ya que, aunque los esfuerzos individuales y colectivos por medio de organizaciones ecologistas son valiosos para mitigar las emisiones masivas de gases de efecto invernadero causadas por los combustibles fósiles (Welch, 2022), cualquier esfuerzo viable a largo plazo para conservar el equilibrio ambiental y preservar un estilo de vida cómodo para los humanos y todas las demás especies que habitan el planeta debe estar acompañado de un interés genuino de parte de los líderes gubernamentales en priorizar el cuidado de la naturaleza.