Baja California Sur

El estado de Baja California Sur, conocido como el Acuario del Mundo, es una fuente rica de curiosidades culturales e históricas marcadas por los extremos. Fue, por ejemplo, el último territorio en ser admitido como estado en México antes de la reconfiguración del Distrito Federal como entidad federativa. Es, también, el único estado en el país que tiene frontera terrestre con sólo otro estado (Baja California), ya que sus fronteras con Sinaloa y Sonora son marítimas, a través del golfo de México. A pesar, además, de tener la novena extensión territorial más grande del país, es el estado menos habitado, ya que el total de sus habitantes es de menos de 800,000 personas. Su ubicación entre el océano Pacífico y el golfo de México, por si fuera poco, le ha permitido desarrollar una cultura gastronómica única, en la que se integran típicamente peces poco comunes en las cocinas de otros estados, como la mantarraya.

Ya que Baja California Sur es el estado menos poblado del país, a pesar de su tamaño (que representa el 3.8% del total del territorio nacional), comprende sólo cinco municipios, lo que ha derivado en una concentración en áreas urbanas de su población muy por encima de la del resto de los estados: el 91% de sus habitantes vive en centros urbanos (para comparar, en todo México el promedio de habitantes viviendo en centros urbanos es del 79%).

Uno de los principales beneficios de esta reunión de los ciudadanos en torno a ciudades facilita en el estado el acceso a los centros educativos, un factor relevante para poder presumir uno de los grados de escolaridad más altos del país, ya que, en promedio, los estudiantes sudcalifornianos cumplen 10.3 años de escuela, lo que significa llegar hasta poco después del primer año de bachillerato. Para ilustrar esta cifra, basta con compararla con el promedio del grado de escolaridad de todo el país, que es de 9.7 años, más de medio año por debajo del promedio de Baja California Sur.

Ya que, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el ingreso monetario de bienes y servicios (llamado producto interno bruto o PIB) producido en promedio por cada habitante de un país puede subir entre 4 y 7% por cada año de escolaridad, es imposible no relacionar el destacado grado de escolaridad de Baja California Sur con su nivel económico. Ya que tiene apenas el 0.6% del total de la población del país, aunque la aportación del estado al PIB nacional es de sólo el 0.8%, es precisamente esta baja densidad poblacional lo que le permite tener uno de los PIB per cápita más altos del país: en promedio, cada uno de los sudcalifornianos genera un ingreso de valor monetario anual de $151,590 pesos, lo que pone al estado en el noveno lugar nacional en ese rubro, muy por encima del promedio del país de $127,425 pesos anuales.

Es definitivamente difícil no trazar una línea entre las propicias condiciones demográficas de Baja California Sur y su posición económica y educativa, pero su caso sirve como recordatorio de la importancia de la inversión en educación dentro de una sociedad y cómo esa inversión, a largo plazo, contribuye a un bienestar social más allá de lo académico: un bienestar que impacta directamente en la calidad de vida de los ciudadanos.

Esta es la lección que le impide a la UNIDEV olvidar su misión de ofrecer un modelo educativo accesible desde cualquier punto del país apenas teniendo un dispositivo conectado a internet para poder concluir los estudios de nivel preparatoria con un plan de estudios completo y de fácil aprendizaje.

En Baja California Sur, como en toda la República, la UNIDEV refrenda su compromiso para con sus estudiantes innovando la educación en México.