Colima

Desde la llegada de los conquistadores españoles al actual territorio mexicano, la costa del estado de Colima ha tenido una relevancia enorme para la vida social de su población y una historia llena de curiosidades. La importancia comercial y militar que el puerto de Manzanillo tuvo durante los tiempos de Conquista y los coloniales no sólo le valió ser el punto desde el cual partieron por orden de Hernán Cortés los navíos españoles que descubrieron la península de Baja California y la Alta California, sino también uno de los principales puntos de intercambio comercial con países asiáticos como las Filipinas y el escenario de batallas y desembarcos de navíos liderados por piratas legendarios a nivel internacional como los ingleses Francis Drake y Thomas Cavendish, que intentaban saquear las mercancías llegadas por el océano Pacífico.

Hoy en día, la actividad comercial que sus puertos representan para la economía de Colima es todavía tan relevante que el sector de actividad económica que mayor aporta al estado es precisamente su comercio. Aunque la aportación del estado al producto interno bruto del país (también llamado PIB, que es el valor monetario de todos los bienes y servicios generados a lo largo de un año) de Colima es de apenas el 0.6%, ese porcentaje coincide con el porcentaje de la población total de México que vive en el estado, que también es del 0.6%. Este balance entre el porcentaje de la población mexicana que habita Colima y su aportación al PIB del país puede verse como una de las razones por las cuales, a pesar de ser el estado menos poblado de todo México (ya que el total de los colimenses está apenas por encima de las 730,000 personas), tiene un PIB per cápita por encima del promedio nacional. El PIB per cápita es el promedio de los ingresos generados por cada habitante de la entidad: en el caso de Colima, es de $128,953 pesos por año, por encima del promedio nacional de $127,425.

La estabilidad económica generalizada en el estado de Colima que puede observarse en la correspondencia entre su nivel poblacional y su PIB per cápita, además, no podría entenderse si no se toma en cuenta el grado de escolaridad de los colimenses. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), un solo año adicional en el grado de escolaridad promedio de un país puede incrementar su PIB per cápita entre 4 y 7%, lo que vuelve la educación uno de los pilares de la construcción de una sociedad más justa y próspera. El caso de Colima es destacable también por tener un grado de escolaridad por encima del promedio nacional: en tanto los estudiantes colimenses suelen abandonar sus estudios después de 10 años de vida académica, tras haber terminado su primer año de nivel preparatoria, el promedio nacional es de 9.7 años.

La evidente necesidad de invertir en la educación como una base para una sociedad con mayor bienestar financiero y mejores oportunidades laborales en un México globalizado donde los requisitos profesionales involucran cada vez más un alto nivel de preparación académica es la clave que impulsa a la UNIDEV a ofrecer a sus estudiantes un plan de estudios integral al que se puede acceder desde cualquier punto del país apenas contando con un celular conectado a internet y con ayuda del cual puede certificarse el nivel bachillerato en apenas cuatro meses sin necesidad de salir de casa, con libertad de horarios.

En Colima, como en toda la República, la UNIDEV refrenda su compromiso para con sus estudiantes innovando la educación en México.