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Cómo comenzar a hacer ejercicio

De acuerdo con datos recogidos por medio de una encuesta organizada por la plataforma de datos y estadística Statista, tres de los objetivos de Año Nuevo más populares entre los mexicanos están relacionadas directamente con un mejor cuidado de la salud física y el cuerpo (Florencia Melo, 2024). No sólo la segunda opción más popular, elegida por el 65% de los encuestados, es hacer más ejercicio (ib.), sino que las tercera y quinta opciones, comer más sano (53%) y perder peso (35%), respectivamente, pueden asumirse interrelacionadas y colaborativas. Como con cualquier otro objetivo ambicioso, sin embargo, puede ser abrumador partir de una buena intención para después caer en cuenta de los obstáculos y las dificultades que es necesario superar a fin de llevarla a cabo. Pensando en algunas de las dificultades y faltas de información más comunes asociadas con hacer ejercicio, ya sea para llevar un estilo de vida más saludable o para sentirse más cómodo con la apariencia propia, presentamos aquí información útil y consejos prácticos para tener a mano al iniciar este propósito.

1. Definir el objetivo del ejercicio

Como puede verse en la lista antes mencionada de los objetivos de Año Nuevo más comunes en México, aunque hacer más ejercicio y perder peso puede estar relacionados, pueden asimismo considerarse como propósitos separados, ya que, por ejemplo, no todas las personas interesadas en bajar de peso deben considerar necesariamente el ejercicio como una de las medidas para hacerlo, ya que puede recurrirse sólo a una modificación de la alimentación que no contemple una actividad física enfocada. Esto ilustra la bondad del primer paso de definir el objetivo de hacer ejercicio, lo que permitirá determinar a su vez cuál es la actividad física más apropiada y la intensidad con la que debe ejecutarse.

 

Por lo general, se recomienda hacer ejercicio durante al menos cuatro días a la semana («Fitness program», s. f.), que sirvan para dividir al menos entre 75 y 150 minutos de actividad aeróbica de moderada a intensa, aunque para bajar de peso o mantener la pérdida de peso conseguida es útil hacer 5 horas o más de actividad aeróbica moderada por semana (ib.). Al levantar pesas, pueden seguirse tres esquemas distintos que sirven a objetivos diferentes, pero que también pueden combinarse (Thieme y Ritchey, 2024): 1) para aumentar la fuerza muscular (es decir, para cargar la mayor cantidad de peso posible para cada persona), es recomendable hacer de 3 a 5 series de 2 a 6 repeticiones por ejercicio, con un tiempo de descanso de entre 2 y 5 minutos entre series; 2) para incrementar el tamaño de los músculos, de 3 a 4 series de entre 6 y 12 repeticiones por ejercicio, con descansos de 30 a 90 segundos entre series; y 3) para tener una mayor resistencia física frente a actividades extenuantes o por períodos prolongados, de 2 a 3 series de 10 a 12 repeticiones por ejercicio, con un descanso de sólo 30 segundos. En cualquiera de los casos, la clave es usar un peso o un nivel de resistencia suficiente para agotar los músculos dentro del rango de repeticiones por serie sugerido para cada esquema, pero que al mismo tiempo permita desarrollar el ejercicio alterando la forma correcta tan poco como sea posible (ib; «Fitness program», s. f.).

 

Asimismo, es importante considerar la ingesta de proteína al comenzar a hacer ejercicio, ya que su consumo es esencial para reconstruir y ganar masa muscular (Mayer, 2025). Generalmente, se recomienda que una persona consuma 0.8 gramos diarios de proteína por kilogramo de peso corporal, pero al entrar en un plan de ejercicio el requerimiento sube a entre 1.2 y 2 gramos diarios por kilogramo (ib.). De la misma forma, es importante considerar que excederse en este parámetro recomendado de consumo de proteína, lejos de conducir a una mejor construcción de músculo, puede llevar al cuerpo a almacenar el exceso de proteína como grasa. La cantidad de calorías requerida para dar seguimiento a los objetivos de la rutina de ejercicio depende del objetivo mismo y del porcentaje de grasa corporal de cada persona, que, aunque puede calcularse con distintos métodos más o menos precisos, puede consultarse partiendo de una guía visual en el siguiente enlace, donde, conociendo también el peso corporal total, la estatura, el género y el nivel de actividad física diaria, se puede obtener un estimado del rango de calorías necesario por día para fortalecer los músculos, bajar de peso o mantener el peso actual: https://builtwithscience.com/calorie-calculator.

2. Llevar un registro

Una vez definido el objetivo de la rutina de ejercicio, es necesario, con el fin de ser conscientes de nuestro progreso a lo largo del tiempo, registrar las capacidades o medidas iniciales de cada uno para tomarlas como parámetros de comparación futura, llevar un orden del progreso y mantenerse motivado («Fitness program», s. f.). De acuerdo con la actividad y el ejercicio realizado, pueden ser distintos los aspectos a considerar en el registro de las capacidades o medidas iniciales: si el ejercicio se enfoca en desarrollar músculo, puede ser el número de lagartijas que pueden completarse de una sola vez; si el ejercicio es sólo aeróbico, puede medirse el tiempo que toma caminar o correr una distancia determinada; si el objetivo es perder grasa corporal, puede medirse la circunferencia de las caderas o calcular el índice de masa corporal. Ya que el ejercicio disciplinado puede no mostrar resultados inmediatos, lo más recomendable es no obsesionarse con revisar los avances con mucha frecuencia, lo que puede no mostrar una imagen acertada del progreso y puede conducir a la frustración y al abandono del ejercicio, sino más bien registrar las capacidades o medidas conseguidas después de un período de cerca de seis semanas (ib.), cuando los resultados pueden ser mejor apreciados, y a partir de ese punto, una vez cada mes o cada varios meses, para tomar nota de los progresos a mediano y largo plazo.

 

A mediano y largo plazo, tomar nota de los avances sirve asimismo para evaluar el plan de ejercicio, en caso de que no esté dando los resultados adecuados, lo que permitirá modificarlo de ser necesario («Fitness program», s. f.). Llevar un registro del número de repeticiones y series realizadas por ejercicio en cada sesión es beneficioso también para incrementar paulatinamente la dificultad del ejercicio con el fin de seguir desafiando y fomentando el desarrollo de los músculos. Como regla general, lo ideal para propiciar el crecimiento y el aumento de la fuerza musculares es completar de ocho a 10 series semanales de ejercicios enfocados en cada grupo muscular principal (ib.; Jeremy Ethier, 2023).

3. Iniciar despacio

Si se trata de la primera vez que uno establece un plan de ejercicios o si no se ha hecho en mucho tiempo, lo mejor es iniciar con cuidado. Ya que se conocen las propias capacidades de ejercicio iniciales, es necesario ajustar las exigencias del plan a dichas capacidades de manera realista. Un objetivo seguro, por ejemplo, es buscar aumentar el nivel de actividad o dificultad en un 10% por semana («Fitness program», s. f.): es decir, regresando al caso de las lagartijas, si nuestra capacidad inicial nos permite hacer cuatro series de 10 repeticiones cada una, dando un total de 40 lagartijas, lo recomendable sería intentar la semana siguiente cumplir con 44 repeticiones divididas entre las cuatro series, o sea, 11 repeticiones por serie. Asimismo, para promover el crecimiento muscular, sin importar el nivel de peso o resistencia que se maneje, lo ideal es terminar una serie de un ejercicio determinado a tres repeticiones o menos de alcanzar el fallo muscular (Jeremy Ethier, 2023), que es como se conoce al momento en el que el músculo ya no puede continuar ejecutando el ejercicio de forma correcta debido a la fatiga.

 

En el escenario de hacer sólo actividad aeróbica, el objetivo puede ser incrementar de a poco el tiempo de ejercicio hasta llegar a hacer cómodamente de 30 a 60 minutos de ejercicio al menos cuatro días de la semana (ib.). En caso de padecer alguna enfermedad o tener una lesión, puede ser necesario limitar aun más el nivel de esfuerzo o consultar a un médico o un entrenador para evaluar la posibilidad de interrumpir o adecuar el ejercicio (ib.).

4. Descansar

Como se ha visto antes, el descanso, en la forma de períodos suficientes de sueño, es una necesidad prioritaria para el ser humano, pues contribuye a prevenir problemas de salud que van desde males cardíacos y renales hasta el sobrepeso y la depresión. De la misma manera, manejar correctamente el descanso al iniciar un plan de ejercicio no sólo es importante para evitar un desgaste excesivo de los músculos o las articulaciones, lo que puede conducir a lesiones y dolores («Fitness program», s. f.), sino que también son los períodos de descanso aquellos en los que los tejidos musculares tienen la oportunidad de reestructurarse tras el ejercicio para poder crecer (Jeremy Ethier, 2023). De esta forma, es vital planear lapsos suficientes de reposo entre sesiones de ejercicio, así como detenerse al experimentar dolor, falta de aliento, mareos o náuseas, e incluso interrumpir por varios días el ejercicio, de ser necesario, hasta volver a sentirse en buen estado para continuar («Fitness program», s. f.). Como una alternativa frente a ejercicios que pueden resultar demasiado demandantes para las capacidades físicas actuales, en especial al tratarse de ejercicios aeróbicos, puede pensarse en actividades que sean llevaderas al tiempo que prevengan el aburrimiento de los objetivos de ejercicio tradicionales, como nadar, andar en bicicleta o hacer una caminata en un día de descanso (ib.).

 

La actividad física con continuidad, como se dijo antes, puede reducir el riesgo de enfermedades a largo plazo y mejorar habilidades como el equilibrio y la coordinación motriz, así como contribuir a desarrollar horarios de sueño consistentes y a mejorar la autoestima («Fitness program», s. f.). Con el conocimiento de estos beneficios, y con información confiable y respaldada científicamente que sirva de guía para acercarse al ejercicio de manera segura, es un esfuerzo de gran valor el plantearse el objetivo de crear una rutina de largo plazo dedicada al ejercicio, un fin noble y un acto de aprecio a uno mismo.

Referencias

—Fitness program: 5 steps to get started. (s. f.). Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/fitness/in-depth/fitness/art-20048269

—Florencia Melo, M. (2024, 5 de diciembre). Ahorro y ejercicio: propósitos de los mexicanos para 2025. Statista. https://es.statista.com/grafico/31338/propositos-de-ano-nuevo-en-mexico/

—Jeremy Ethier. (2023, 21 de mayo). How I built muscle fast (5 science-based tips). YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=X27F4kgBJKk

—Mayer, B. A. (2025, 1 de enero). Here’s how much protein you need in a day to build muscle. Healthline. https://www.healthline.com/health-news/how-much-protein-per-day-build-muscle

—Thieme, T. y Ritchey, C. (2024, 25 de marzo). Which rep range you should choose for your fitness goals. Men’s Health. https://www.menshealth.com/fitness/a38866422/best-rep-ranges-workouts/

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