El 13 de septiembre y la batalla de Chapultepec

El mes de septiembre en México tiene en su patrio calendario cívico fechas tanto celebratorias, como la del 16 de septiembre, en que se recuerda el inicio de la insurgencia liderada por Miguel Hidalgo que culminaría en 1821 con la independencia de México con respecto de España, y fechas más bien de luto, que sin embargo no pierden su peso en la constitución de una identidad nacional y un sentimiento de orgullo patriótico, como la celebrada el 13 de septiembre, cuando se recuerda el sacrificio de los estudiantes del Colegio Militar en la batalla que terminaría con la toma del castillo de Chapultepec y que quedó inmortalizada por las personificaciones mismas de tal sacrificio, aquellos seis estudiantes llamados Niños Héroes, cuyos nombres son recitados sin falta en escuelas primarias de todo el país llegado el mes patrio: el subteniente Juan de la Barrera y los cadetes Agustín Melgar, Francisco Márquez, Fernando Montes de Oca, Vicente Suárez y Juan Escutia.

La batalla de Chapultepec del 13 de septiembre de 1847 fue la culminación de la guerra declarada en mayo de 1846 por el gobierno del entonces presidente de Estados Unidos, James Polk, en contra de México con el interés de expandir su país territorialmente a través de la toma de Nuevo México, la Alta California y otras áreas del norte. Aunque fueron múltiples los factores que contribuyeron a la conformación de la guerra mexicoestadounidense, entre los cuales se encuentra la inestabilidad política que persistía en México tras la declaración de independencia, un punto clave para entender el agravio entre los dos países fue la petición del otrora mexicano estado de Texas, ya para entonces habitado mayoritariamente por estadounidenses y ciudadanos afines a su gobierno, de integrarse formalmente a Estados Unidos, lo que al fin fue aceptado por el Congreso de aquel país.

Una vez que el gobierno de Estados Unidos se había apoderado del control territorial de Texas, hizo una oferta al gobierno mexicano para comprar las áreas de Nuevo México y la Alta California por 15 millones de dólares. Cuando el gobierno mexicano rechazó la oferta, las relaciones diplomáticas entre ambos se cortaron y tras una batalla inicial en abril de 1846, la guerra comenzó en mayo de ese año.

El avance de las tropas estadounidenses desde el norte del país alcanzó su punto clave durante la batalla de Chapultepec, comenzada la madrugada del 12 de septiembre de 1847 con bombardeos en el bosque y más de 7000 soldados estadounidenses. Ya que el general Antonio López de Santa Anna no había priorizado el reforzamiento de las tropas estacionadas en el castillo, fueron sólo cerca de 800 soldados mexicanos, entre ellos los adolescentes estudiantes del Colegio Militar con sede en el castillo, quienes hicieron frente al ejército norteamericano.

Como es sabido, una vez que las tropas estadounidenses tomaron el castillo de Chapultepec, símbolo del poderío militar mexicano, la guerra ya podía darse prácticamente por terminada, lo que se formalizó el 2 de febrero de 1848 con la firma del tratado de Guadalupe Hidalgo que finalmente cedió a Estados Unidos los territorios norteños disputados.

La razón para izar la bandera a media asta llegada la fecha del 13 de septiembre en México es, como se mencionó antes, de luto, y debe servir como advertencia sobre la brutalidad de la guerra, sea por los intereses que sea y que al tomar vidas no respeta edades ni culturas ni geografías.