Aunque a través de la educación básica en México desde hace décadas han sido importantes los esfuerzos por despertar conciencia en las personas desde temprana edad con respecto al cuidado de los recursos naturales, que en el mundo moderno son consumidos de manera cada vez más acelerada, la actualización también constante del conocimiento que podría ser de utilidad para comprender la urgencia de tomar como sociedad medidas destinadas al mejor aprovechamiento de recursos dificulta también la toma de conciencia requerida para adoptar tales medidas responsables. Tanto es así, por ejemplo, que en 1992 la Organización de las Naciones Unidas declaró el 22 de marzo el Día Mundial del Agua, con el principal objetivo de recordar todos los años a la sociedad en general y a los gobiernos de todos los países miembros la importancia del agua dulce y de su gestión sostenible (Organización de las Nacionales Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, s. f.; «Por qué se celebra el Día Mundial del Agua», 2023).
Con lo anterior en mente, y con el fin de dimensionar la necesidad de priorizar el manejo responsable de un recurso natural indispensable para la existencia y el mantenimiento de la vida, como es el agua, puede ser útil establecer un panorama claro de la relación de los ciudadanos mexicanos con su consumo de agua y cómo las características de dicho consumo pueden tener consecuencias en el país y el mundo.
Cada año, México recibe por medio de lluvias y otras formas de precipitación cerca de 1,489 kilómetros cúbicos de agua, que sería agua suficiente para llenar una alberca del tamaño de la Ciudad de México de un kilómetro de profundidad (Luna Prado y Grieger Escudero, 2015: 9). Sin embargo, sólo una cuarta parte de esa cantidad de agua puede ser usada por las personas, ya que el resto regresa a la atmósfera al evaporarse, escurre por ríos o arroyos o se infiltra en el subsuelo (ib.). Asimismo, debe considerarse además que la disponibilidad del agua no es la misma en todas las regiones del país, ya que la zona norte, que tiene clima árido o semiárido, por ejemplo, recibe sólo el 25% del total del agua (ib.). De hecho, la disponibilidad del agua es tan desigual que cerca de 15 millones de habitantes en México (es decir, el 10% de la población) no tienen acceso a agua potable (CNN Español, 2021).
A nivel individual, es alarmante que, en promedio, cada ciudadano mexicano consume 366 litros de agua por día (CNN Español, 2021), a pesar de que de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sólo se requieren entre 50 y 100 litros diarios por persona para satisfacer las necesidades de higiene personal y alimentación («El consumo promedio de agua en México», 2018). Esto pone a México en el quinto lugar (junto con España) de los países con un mayor consumo diario por persona de agua, sólo por detrás de Estados Unidos, Australia, Italia y Japón (CNN Español, 2021). Aunque una parte considerable de este exceso en el consumo promedio de agua de más de 250 litros por persona puede explicarse por un desperdicio surgido de malos hábitos de consumo (como dejar las llaves de agua corriendo demasiado tiempo al lavarse las manos o los dientes o bañarse, o la falta de cultura del reúso y el aprovechamiento del agua de lluvia), son también mecanismos ineficientes o defectuosos en la operación e infraestructura para captar y distribuir el agua ―de los que son responsables las instancias gubernamentales encargadas de la gestión de agua potable― los que también contribuyen al desperdicio (ib.).
Además del desperdicio surgido del uso cotidiano a nivel personal, es también notable la manera en la que la sobreexplotación industrial de los cuerpos de agua en México, de la que en años recientes se ha tomado más conciencia a través de redes sociales, abona, si no a la tasa de desperdicio de agua (ya que esa agua en realidad termina por usarse en la producción de alimentos y bebidas), sí a un incremento considerable en el estrés hídrico del país. El estrés hídrico es la relación que existe entre la cantidad de agua extraída para su uso humano y la cantidad de agua recargada por medio de las lluvias (CNN Español, 2021). México es uno de los 25 países del mundo con un mayor nivel de estrés hídrico, lo que se explica al menos en parte por la sobreexplotación industrial de la producción agrícola y de otros bienes y servicios, que en total representa el 80% del uso del agua en el país a lo largo de un año, en tanto el uso doméstico del agua en los hogares mexicanos representa sólo el 15% (ib.).
El abarcamiento del uso de agua con fines industriales es una parte significativa no sólo de que el 70% de todos los ríos, lagos y presas de México tengan algún grado de contaminación, sino también de que 157 de los 653 acuíferos subterráneos del país (es decir, poro menos de una tercera parte) estén sobreexplotados (CNN Español, 2021).
Como se dijo más arriba, estas cifras, que pintan un panorama de explotación irresponsable de un recurso natural vital como el agua en México, están sujetas a cambios año con año, ya que las características de la relación entre los usuarios y los recursos naturales puede modificarse en períodos muy cortos de tiempo para bien o para mal. Lo que es cierto es que sólo a través de la toma de conciencia a nivel individual y colectivo y a través de la implementación de políticas sostenibles en todo el país que establezcan criterios razonables para el uso del agua en los distintos tipos de industria puede existir la esperanza de que la relación entre los mexicanos y el agua (que en años recientes se ha caracterizado por sequías históricas generalizadas) cambie para bien.
Referencias
—CNN Español. (2021, 12 de octubre). 10 cifras para entender el problema del agua en México. https://cnnespanol.cnn.com/2021/10/12/agua-mexico-cifras-orix/
—El consumo promedio de agua en México. (2018, 22 de marzo). La Silla Rota. https://lasillarota.com/dinero/2018/3/22/el-consumo-promedio-de-agua-en-mexico-154687.html
—Luna Prado, O. y Grieger Escudero, C. (2015). El agua en México [versión electrónica]. Secretaría de Medio Ambientes y Recursos Naturales; Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable; Comisión Nacional del Agua. https://drive.google.com/file/d/1QnV7OU8d89fYbv1XhNiyXL5wzEubfR2T/view?usp=sharing
—Organización de las Nacionales Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (s. f.). Día Mundial del Agua: 22 de marzo. https://www.unesco.org/es/days/world-water
—Por qué se celebra el Día Mundial del Agua el 22 de marzo. (2023, 22 de marzo). National Geographic. https://www.nationalgeographicla.com/medio-ambiente/2023/03/por-que-se-celebra-el-dia-mundial-del-agua-el-22-de-marzo