Michoacán

El estado de Michoacán posee destinos reconocidos mundialmente tanto por su historia como por su configuración y conservación histórica. No sólo cuenta con ocho pueblos mágicos, sino que además su capital, Morelia, que fue el sitio de nacimiento del héroe independentista José María Morelos, fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1991 por el destacable estado de conservación de sus edificios coloniales, entre los que sobresale su catedral. Por el lado de su patrimonio natural, el volcán Paricutín es tradicionalmente considerado una de las siete maravillas naturales del mundo. Esta riqueza patrimonial, que incluye también el reconocimiento internacional de sus elaboradas celebraciones del Día de Muertos en pueblos como Janitzio y Pátzcuaro, le sirve como justificante para ser conocido como el Alma de México.

La principal actividad económica del estado es el comercio derivado de su agricultura, ganadería, minería y pesca, lo que sirve también como indicio de su riqueza de recursos naturales. Su aportación al producto interno bruto (PIB) del país, que es el cálculo del valor monetario total de los bienes y servicios generados a lo largo de un año, es de 2.5% (lo que representa una aportación de poco menos de $400,000 millones de pesos al año).

Aunque Michoacán ocupa sólo el 3% del territorio nacional, su participación limitada en la economía nacional explica, por ejemplo, que sea el séptimo estado con el PIB per cápita más bajo del país. Esto quiere decir que, al dividir el total de su PIB entre todos sus habitantes, el promedio del valor monetario generado por cada uno de los michoacanos es de $82,000 al año (el promedio del PIB per cápita de todo el país es de $127,000 anuales, más de $40,000 adicionales al de Michoacán).

A pesar de que la gran mayoría de los habitantes del estado (el 71%) vive en áreas urbanas, es imposible no notar la relación existente entre su estado económico limitado y su bajo nivel educativo: el promedio de los michoacanos abandona sus estudios poco después de haber concluido el segundo año de secundaria, lo que representa un grado de escolaridad de 8.6 años, más de un año por debajo del promedio nacional de 9.7 años de escolaridad.

Aunque, de nuevo, el acceso a la educación en el estado está facilitado por la cercanía en las áreas urbanas de los centros educativos, factores como la inseguridad y la falta de atención a la infraestructura de los medios de acceso a esa educación contribuyen a los altos números de deserción escolar entre los habitantes que, a la larga, pueden derivar también en una gama limitada de oportunidades laborales formales, lo que puede por tanto orillar a los habitantes a recurrir a la medios informales o ilegales para obtener su sustento financiero, generando un ciclo donde la educación, la economía y la inseguridad van de la mano.

Un paso indispensable para tomar en cualquier sociedad, y especialmente en una acosada por la inseguridad y la falta de oportunidades laborales, es la atención al fácil acceso a los recursos educativos para sus ciudadanos. Este curso de acción y la convicción que lo guía es la base del compromiso de la UNIDEV para ofrecer a sus estudiantes una forma sencilla de continuar su formación académica en el nivel medio superior apenas contando con un dispositivo conectado a internet desde cualquier parte del país, para que de esa manera su panorama profesional pueda ampliarse.

En Michoacán, como en toda la República, la UNIDEV refrenda su compromiso para con sus estudiantes innovando la educación en México.