Querétaro

Querétaro es un estado de contrastes. Siendo uno de los estados más pequeños de todo México (ocupa sólo el 0.6% de la extensión total del territorio nacional), es sin embargo también uno de los más geográficamente diversos, al contener ecosistemas tan disímiles como desiertos y bosques tropicales, especialmente en el área de la Sierra Gorda, llena por sí sola de múltiples microecosistemas. Por su riqueza natural, la zona se prestó desde tiempos prehispánicos al asentamiento de ciudades-Estado independientes de los imperios purépecha y azteca, que nunca llegaron a dominar las tierras del estado.

La marcada ausencia de los poderíos purépecha y azteca que dominaron en los estados al sur de Querétaro fue el factor que facilitó que en la actualidad el estado sea uno de los más homogéneos lingüísticamente, ya que sólo el 1% de la población habla alguna lengua indígena, y el resto corresponde a los hablantes de español. Esta realidad, además, se apoya también en el hecho de que, a pesar de que Querétaro es uno de los estados más pequeños, tiene un porcentaje apabullante de urbanización de su territorio, ya que el 79% de sus casi 2.5 millones de habitantes habita en áreas urbanas, y sólo el 21% en áreas rurales.

Este alto porcentaje de urbanización poblacional sirve asimismo para explicar el acceso generalizado a la educación que predomina en el estado, lo que le ha valido convertirse en el tercer estado del país con el mayor grado de escolaridad, donde el promedio de la población suele abandonar la escuela después de 10.48 años (es decir, poco después de haber comenzado el segundo año de educación media superior), sólo superado por los grados de escolaridad de la Ciudad de México y Nuevo León y casi un año por encima del promedio nacional de 9.7 años de escolaridad.

Debido a su limitada extensión y su dependencia dominante de su capital, Santiago de Querétaro, que es su centro económico, cultural y educativo, a pesar de que el estado concentra solamente al 1.9% de la población total del país, su aportación al producto interno bruto (PIB) nacional anual, que es la medida usada para calcular el valor en dinero de todos los bienes y servicios generados a lo largo de un año, es de 2.3%, lo que le da a Querétaro uno de los PIB per cápita estatales más altos del país: los queretanos generan en un año, en promedio, poco más de $160,000, por encima también del promedio nacional de $127,000.

Es imposible al observar la correspondencia entre el alto nivel económico de Querétaro y su nivel educativo no notar su relación directa y cómo ambos son factores que se acompañan de cerca en la determinación de la calidad de vida de los habitantes de un estado, ya que Querétaro posee también una de las tasas de pobreza entre su población más bajas de todo el país y el cuarto lugar en la lista de estados con la menor cantidad de gente viviendo en condiciones de pobreza extrema.

Querétaro sirve, pues, como ejemplo de cómo un nivel alto de escolaridad, a la larga, conduce no sólo a una comodidad económica estable de los ciudadanos, sino también a objetivos urgentes en la sociedad del siglo XXI como la erradicación de la pobreza entre la población. La importancia del desarrollo educativo entre los mexicanos es la razón por la que la UNIDEV no puede sino reafirmar su compromiso con la accesibilidad de recursos educativos de calidad desde cualquier punto del país, como ha dispuesto gracias a la infraestructura de su modelo educativo, al que cualquier estudiante puede ingresar sólo necesitando un celular conectado a internet para concluir sus estudios de nivel bachillerato.

En Querétaro, como en toda la República, la UNIDEV refrenda su compromiso para con sus estudiantes innovando la educación en México.