Tepoztlán, la conservación del patrimonio

Durante el primer semestre de 2021, Tepoztlán, municipio del estado de Morelos, fue el segundo destino turístico más popular del país, sólo después de San Miguel de Allende, en Guanajuato, otro pueblo mágico (Forbes, 2021). Tepoztlán obtuvo su nombramiento como pueblo mágico por la Secretaría de Turismo por primera vez en 2002 (Alvarado Rosas, 2014) gracias al compromiso gubernamental a niveles local, estatal y federal para reforzar la comercialización de su patrimonio cultural, por medio de acciones como la conservación de una oferta culinaria tradicional mexicana y el cuidado de su legado arquitectónico, elementos que sirven de recordatorio y consolidación de su historia (ibid.).

Quizá el dato más popular de la historia de Tepoztlán, el origen de cuyos primeros pobladores no ha podido precisarse (Secretaría de Cultura, 2011), es haber sido el sitio de nacimiento de Ce Acatl Tolpiltzin Quetzalcoatl, que se convertiría en el mayor líder espiritual de la cultura tolteca y cuya historia sería la base del mito prehispánico de Quetzalcóatl, la divina serpiente emplumada (ibid.).

El municipio de Tepoztlán se compone de siete pueblos: San Andrés de la Cal, Santo Domingo Ocotitlán, Santiago Tepetlapa, Amatlán de Quetzalcoatl, San Juan Tlacotenco, Santa Catarina y Tepoztlán (Alvarado Rosas, 2014). Entre sus principales atracciones turísticas se encuentran el exconvento de la Natividad, el Museo Carlos Pellicer, el parque nacional y la pirámide de El Tepozteco y la cruz de Axitla (Secretaría de Turismo).

Aunque el objetivo del programa de Pueblos Mágicos, creado por la Secretaría de Turismo en 2001, es facilitar la mejora de la infraestructura de destinos turísticos por medio de la comercialización de su patrimonio cultural, partiendo de la promoción de tales destinos para invertir, como en el caso de Tepoztlán, en el mejoramiento del cableado eléctrico subterráneo, pintura para los comercios y casas del primer cuadro del pueblo (Alvarado Rosas, 2014), para modernizar lugares que de otra manera podrían caer en el olvido, el riesgo de priorizar la modernización de los pueblos mágicos sobre la conservación de la riqueza cultural que les ganó el nombramiento en primer lugar puede verse en el historial mismo de Tepoztlán. En 2009, debido al incumplimiento de los requisitos de inversión en su patrimonio cultural, Tepoztlán perdió su título como pueblo mágico (ibid.). En abril de 2010 recuperó el título nuevamente tras la corrección de la planeación urbana gubernamental. Un pueblo mágico puede recuperar el distintivo sólo una vez, por lo que es importante para la administración local de los pueblos recordar la prioridad de su legado sociocultural por sobre la uniformidad urbana.

El caso de Tepoztlán como pueblo mágico, cuna del antecedente real de la principal divinidad del mundo náhuatl, sirve como una historia preventiva ante la homogeneización de la tradición y los tesoros culturales, que a la larga pueden devenir en la pérdida de los rasgos distintivos de una sociedad.