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Cómo cumplir los objetivos de Año Nuevo

Aunque es de conocimiento popular que la clave para cumplir cualquier tipo de objetivo, ya sea de tipo personal o profesional, es la motivación, encontrarla y mantenerla a lo largo de períodos consistentes de tiempo es también lo que por lo general puede resultar más dificultoso. Una vez que se ha definido lo que se quiere lograr y las acciones necesarias para lograrlo, puede ser necesario encontrar también estrategias para obtener y mantener los niveles de motivación que permitirían seguir adelante con esas metas. Con esta necesidad en mente, presentamos aquí cinco consejos útiles para acceder a voluntad a esa energía motivacional que a veces puede ser muy evasiva.

 

  1. Recordar por qué se ha propuesto cumplir el objetivo. Como se mencionaba antes, aunque la parte de fijarse objetivos a largo o corto plazo puede ser en sí misma motivante y permitir dar los primeros pasos en el camino para llegar a la meta, con el paso de los días se vuelve necesario poder acceder al mismo ánimo que se tenía cuando esa meta se planteó por primera vez, y es en ese momento en que comienzan las dificultades, ya que se necesita encontrar la conexión entre las tareas diarias que pueden resultar fastidiosas o cansinas por el hecho de tener que repetirlas una y otra vez, y esa meta original que en muchos casos puede estar planteada como un objetivo abstracto («comer mejor», «hacer ejercicio», «leer más», «trabajar mejor», etc.; Stahl, 2016). Una estrategia útil para reconectar con esos objetivos principales es la de tener al alcance un recordatorio visible de tales objetivos (en la forma de notas adheribles, por ejemplo), así como de los beneficios que esos objetivos pueden traer si se persiguen a largo plazo (beneficios a la salud, financieros o personales).

 

  1. Reformular las emociones antes de comenzar con una tarea. Antes de comenzar con esas tareas que pueden resultar fastidiosas o cansinas en el día a día que forman parte de objetivos a largo plazo, debido a la dificultad que conllevan se puede experimentar una sensación de nervios (Barker, 2017). Aunque un primer instinto nos llevaría a querer deshacernos de dicha sensación, lo más efectivo es en realidad replantearla. Para hacerlo, basta con decirse a uno mismo ―en voz alta o no― o en conversación con otras personas que en lugar de estar nerviosos antes de realizar una tarea demandante, estamos emocionados por hacerla. Aunque puede sonar simple, esta reformulación del estado de ánimo (de nervios a emoción) ha demostrado funcionar para poner a las personas en una condición mentalmente óptima para desarrollar las tareas de manera más efectiva y con mejor disposición (ib.).

 

  1. Establecer un ritual. De la misma manera en que reformular el estado de ánimo sirve para permitirnos entrar en mejor disposición para comenzar con las tareas del día, una forma de facilitar el llevarlas a cabo es establecer una rutina bien pensada y alcanzable donde se integren esas tareas que cuestan más trabajo por implicar acciones a las que no estamos acostumbrados. Tener una rutina consistente no sólo hace más sencillo comenzar con las actividades derivadas de nuestros objetivos a largo plazo, sino que también está relacionado con un mejor desempeño con el paso del tiempo en tales actividades (Barker, 2017). De esta forma, la conversión en hábito de al menos el primer paso de actividades a las que no estamos acostumbrados no sólo permite que hagamos dichas actividades, sino que además las hagamos cada vez mejor. Curiosamente, las actividades que pueden incluirse en una rutina para mantener la motivación no necesitan apegarse a la lógica: se ha demostrado que incluso cumplir con tareas supersticiosas (por ejemplo, usar ropa que consideramos de buena suerte o recibir ánimos de una persona en particular) puede servir como guía de motivación para cumplir actividades demandantes (ib.).

 

  1. Recibir retroalimentación. Ya que plantear objetivos nuevos a largo plazo puede suponer, como se ha dicho antes, llevar a cabo actividades a las que no estamos acostumbrados, es normal sentir con el paso de los días que nuestro desempeño en dichas actividades no es el mejor (por ejemplo, al estar en el gimnasio haciendo ejercicios que nunca se habían hecho o hacía mucho tiempo que no se habían hecho), y este pensamiento puede no sólo desmotivarnos, sino también hacer que abandonemos por ejemplo nuestra determinación de seguir el objetivo inicial. Una de las mejores estrategias para lidiar con este obstáculo es acercarnos a personas a las que consideramos mejores o más hábiles en aquello con lo que tenemos dificultad, no para observarlas simplemente (ya que esto puede conducir a una mayor desmotivación; Fishbach, 2018), sino para pedir retroalimentación respecto a cómo nosotros podríamos hacerlo mejor o, si aquello con lo que tenemos dificultad no es la manera de hacer las actividades sino con la motivación para hacerlas, qué es lo que las motiva a ellas, cuáles son sus propios objetivos a largo plazo y cómo se motivan para seguirlos. Ya sea que recibamos retroalimentación para seguir sintiéndonos desafiados y estimulados con tareas que se han vuelto rutinarias y que podríamos hacer mejor (Stahl, 2016) o que conozcamos las formas de motivación de otros, interactuar con otras personas que llevan a cabo actividades similares con objetivos parecidos puede tener grandes beneficios.

 

  1. Escuchar música energizante. En un estudio de 1995, dos investigadores pidieron a pares de corredores que tenían marcas parecidas de velocidad que compitieran en carreras de 60 metros. A un grupo de corredores le pidieron que antes de la carrera se quedaran parados en silencio, mientras al otro grupo le pidieron que escucharan el tema musical de la película Rocky (1976) de Sylvester Stallone. Curiosamente, los corredores que habían escuchado la canción de Rocky fueron más rápidos al momento de la carrera: sus latidos del corazón eran más rápidos, sus músculos estaban más tensos y su ansiedad era menor (Barker, 2017). Lo que el estudio sirvió para demostrar es que escuchar música que nos dé energía antes de lanzarnos a realizar una tarea demandante puede de hecho ser una fuente de motivación poderosa y ayudarnos a desempeñarnos mejor.

 

Como puede verse, las formas de acceder y conservar niveles óptimos de motivación pueden ser muy variadas y funcionar de maneras diversas: quizá haya personas para quienes ciertas medidas resulten más efectivas que otras. Sin embargo, ya que de vez en cuando todas las personas necesitan encontrar motivación con las tareas diarias, especialmente al plantearse nuevos objetivos, esta guía de consejos puede servir para conocer algunas de las estrategias probadas que permiten entrar en el estado de ánimo y mental adecuado para hacerles frente.

Referencias

—Barker, E. (2017, julio). How to increase motivation: 4 secrets from research. Barking Up the Wrong Tree. https://bakadesuyo.com/2017/07/how-to-increase-motivation/

—Fishbach, A. (2018, noviembre). How to keep working when you’re just not feeling it. Harvard Business Review. https://hbr.org/2018/11/how-to-keep-working-when-youre-just-not-feeling-it

—Stahl, A. (2016, 22 de noviembre). Seven ways to get motivated at work. Forbes. https://www.forbes.com/sites/ashleystahl/2016/11/22/seven-ways-to-get-motivated-at-work/

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