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Consejos para ahorrar más y mejor

Aunque la idea de crear un presupuesto que se ajuste a las necesidades de cada persona siempre está acompañada de un fin noble y bienintencionado, la noción de presupuestar por lo común arrastra también la idea de que al seguir un presupuesto financiero lo que se hace es privarse de algo, limitarse y, por tanto, sufrir o carecer de alguna comodidad (Rampton, 2021). Con esto en mente, una manera más efectiva de convencernos a nosotros mismos de los beneficios de seguir un presupuesto es replantearnos el objetivo de seguir el presupuesto en primer lugar: al final del día, la meta no es en realidad limitarnos para no disfrutar de bienes que podríamos disfrutar de no seguir el presupuesto, sino por el contrario poder disfrutar de bienes más grandes y valiosos al eliminar o reducir los gastos dedicados a bienes menos disfrutables y más rutinarios (ib.). Con este pensamiento y en espera de facilitar superar los sentimientos de intimidación que puede despertar el deseo de comenzar un presupuesto, aquí presentamos algunos consejos útiles para darle forma a un plan de finanzas hecho a la medida de cada quien.

 

  1. Registrar gastos y establecer objetivos de ahorro. Para ser capaces de tomar conciencia de la cantidad de dinero que nos gustaría redirigir de gastos en bienes pasajeros por bienes más satisfactorios a largo plazo, es necesario saber exactamente dónde se va el dinero de manera cotidiana (Rampton, 2021). Aunque plantearse la tarea de registrar cada uno de los gastos hechos en el día a día puede ser abrumador, hay numerosas herramientas digitales del mundo moderno que pueden facilitar el formarse el hábito: existen, por ejemplo, aplicaciones como Fintonic o Monefy donde el usuario puede ingresar y crear categorías de sus salidas y entradas de dinero o asociar cuentas de crédito y débito para que los gastos correspondientes a dichas cuentas sean reflejados en automático en la aplicación («Las 10 “apps” para gestionar o compartir tus gastos», s. f.). Una vez que se tiene registro de los gastos es particularmente importante categorizarlos, ya que de esa manera puede hacerse una distinción entre los gastos necesarios o fijos ―como los de renta, servicios domésticos básicos, alimentos y transporte― y los gastos no esenciales ―como suscripciones o membresías y artículos de entretenimiento― y, así, establecer dónde podrían hacerse recortes para destinar una cantidad de dinero mayor a gastos más importantes al tiempo en que se establecen objetivos monetarios realistas para períodos de tiempo racionales (es decir, cuánto espera ahorrarse al evitar determinados gastos innecesarios en cuánto tiempo y con qué fin; Rampton, 2021).

 

  1. Ahorrar dinero en gastos necesarios. Una vez que se ha determinado a través del registro de gastos cuáles son necesarios o inevitables, puede ser útil buscar estrategias aplicables en el día a día que permitan reducir dichos gastos para enfocar los recursos en gastos para bienes o servicios más disfrutables. Además del consejo esencial de comparar los precios de servicios como el seguro de coche o de vivienda entre distintas compañías, entre las estrategias más comunes para reducir gastos necesarios está, por ejemplo, planificar las comidas de toda la semana un día a la semana y prepararlas de una sola vez (Sokunbi, 2024), lo que permite ahorrar gastos hormiga a mitad de semana en comida rápida por falta de tiempo para cocinar. De esta manera, además, las comidas pueden planificarse de acuerdo con los alimentos que estén de temporada y, por tanto, más baratos y accesibles (ib.). Asimismo, se pueden rastrear ofertas en artículos indispensables —e incluso no indispensables— en sitios de internet como el mexicano PromoDescuentos, que se actualiza a diario con ofertas y promociones reportadas por los usuarios en distintas categorías para tiendas en todo el país.

 

  1. Pagar deudas con el método de la bola de nieve. Una de las razones por las que ahorrar puede volverse especialmente dificultoso son los compromisos financieros asumidos a través de préstamos y créditos. Para abordar el problema de las deudas existen distintas estrategias. Aunque matemáticamente la forma más efectiva de eliminar deudas es el método avalancha, donde se enlistan todas las deudas y compromisos crediticios del más alto al más bajo por tasa de interés, se paga la cantidad mínima de cada uno por mes y se abona el resto del presupuesto disponible para deudas al más alto (Rampton, 2021), este método puede terminar por alargar de manera innecesaria el pago de las deudas más pequeñas. Una alternativa probada por la revista Harvard Business Review, conocida como el método de la bola de nieve, consiste en dedicar todo el presupuesto de deudas a la deuda más pequeña con el fin de liquidarla lo más rápido posible y con el menor pago posible de intereses e ir así limpiando las deudas de menor a mayor (ib.) con miras a tener mayor flexibilidad financiera en el largo plazo.

 

  1. Comprar artículos de segunda mano. Ya sea que se trate de gastos esenciales o no, al comprar artículos de vida útil larga siempre puede ser beneficioso buscar opciones de segunda mano (Sokunbi, 2024). Más allá de sus bondades relacionadas con la toma de responsabilidad con respecto al impacto ambiental de nuestros hábitos de consumo, como ya hemos visto antes en este blog, comprar artículos de segunda mano permite acceder a artículos con el mismo grado de utilidad de artículos nuevos con la posibilidad de reservar una cantidad mayor de dinero para otras cosas.

 

  1. Compartir medios de entretenimiento de uso cotidiano con amigos o familiares. Aunque los medios de entretenimiento suelen entenderse como artículos no esenciales, pueden ser objeto de derroches considerables de dinero de manera cotidiana. Considerando que cada persona usa los servicios y artículos de entretenimiento que mejor responden a sus intereses, siempre es bueno explorar la posibilidad de compartirlos con amigos o familiares (Rampton, 2021). Aunque en tiempos recientes se ha vuelto más difícil por las políticas seguidas por las compañías de servicios de streaming de películas, por ejemplo, aún es posible con algunos de ellos compartir cuentas entre múltiples usuarios pagando una sola suscripción mensual (ib.). De la misma manera, pueden ser compartidos servicios para escuchar música y artículos físicos como libros, a los que puede accederse incluso a través de bibliotecas públicas (Sokunbi, 2024).

 

Como se puede ver, no son pocas ni intrascendentes las opciones existentes para las personas que se han propuesto ahorrar. En el centro de todo, como se mencionó antes, debe priorizarse el entender el ahorro como una manera no de privarse de placeres y comodidades, sino, por el contrario, como una forma de acceder a placeres y comodidades más satisfactorios con mayor responsabilidad.

Referencias

—Las 10 «apps» para gestionar o compartir tus gastos. (s. f.) BBVA. https://www.bbva.com/es/salud-financiera/las-10-apps-para-gestionar-y-compartir-tus-gastos/

—Rampton, J. (2021, 9 de abril). What steps can the average person take to save money? Entrepreneur. https://www.entrepreneur.com/money-finance/what-steps-can-the-average-person-take-to-save-money/368077

—Sokunbi, B. (2024, 16 de enero). 37 frugal living tips to save a lot of money. Clever Girl Finance. https://www.clevergirlfinance.com/frugal-living/

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