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Las deficiencias de la educación media superior en México

No es secreto para nadie que el mundo requiere cada vez una mayor preparación escolar para forma parte productiva de la sociedad. No es tampoco algo que no se refleje en nuestro día a día: mientras hace algunas décadas alcanzar los niveles superiores de educación era visto como un privilegio que serviría para aderezar la formación de algún oficio como la zapatería, la carpintería, la peluquería (oficios que eran vistos realmente como la fuente de sustento de los núcleos familiares mexicanos), la conciencia popular ha llegado a entender la escolaridad alta como una necesidad. En México, mientras en el año 2000 sólo el 32% de la población de entre 15 y 24 años asistía a la escuela, para el año 2020 esa cifra subió al 45.3% (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), lo que demuestra una creciente tendencia de priorizar la educación sobre cualquier otro tipo de formación.

 

A pesar del merecido reconocimiento de la formación académica como pilar del desarrollo social, México es un país con un sistema público de educación especialmente problemático. Y quizá los conflictos sistemáticos con la calidad educativa se resienten más a nivel medio superior. Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), para el nivel bachillerato en México existe un solo centro educativo por cada 1,000 estudiantes (García, 2018), lo que contribuye a la explicación de que 11.6% de los estudiantes de nivel medio superior deba trasladarse fuera de su municipio de residencia para asistir a su centro educativo en trayectos que pueden tomar hasta dos horas (Usla, 2018).

 

Lo que es más: del paso de la educación secundaria a la de nivel bachillerato son nada menos que 2 millones de estudiantes quienes abandonan sus estudios (García, 2018). Así es que se crea un círculo vicioso difícil de escapar para la educación media superior en México: puede pensarse que el servicio ofrecido es deficiente debido a la baja demanda en ese nivel, pero la baja demanda se debe principalmente también a la inaccesibilidad de la oferta educativa, no sólo por tiempos de traslado, sino además por asuntos económicos, pues un estudiante de bachillerato gasta un promedio de cerca de $4,500 por trimestre, que suma cerca de $53,000 para el momento en que se gradúa (Usla, 2018). Así pues, tenemos que la tasa neta de escolarización en nivel bachillerato en México es de sólo 62%, apenas por encima de la mitad de la población total (García, 2018).

 

La imagen que pintan estos números no es alentadora. Las grietas en el sistema de educación en México persisten a lo largo de todos los niveles y los rangos de edad de los estudiantes, desde la primaria hasta la universidad. Sin embargo, los contrastes que causan, por ejemplo, que México se encuentre en materia de calidad educativa en el lugar 118 de los 144 países evaluados por el Foro Económico Mundial (Universidad Nacional Autónoma de México) se hacen más evidentes llegados los alumnos al nivel medio superior, en que las tasas de deserción aumentan y los costos educativos en la educación pública se incrementan.

 

Para poder refrendar el compromiso social de la UNIDEV con una educación accesible para todos los aspirantes que desean continuar su formación profesional y académica, no se trata sólo de palabras. La UNIDEV ofrece por ello un modelo educativo de fácil acceso desde cualquier parte del país, pues lo único que se requiere es un dispositivo con internet para conectarse a seguir el curso de las actividades formativas, con lo que se ahorran gastos de transporte, de seguros médicos impuestos por las instituciones educativas, de uniformes, de credenciales y de un largo listado de artículos que se cobran a las familias con deseos de superación.

 

La UNIDEV, como ha hecho y seguirá haciendo, recuerda y afirma su misión de ofrecer un plan educativo de calidad, avalado por el Sistema Educativo Nacional de la Secretaría de Educación Pública (la información completa puede revisarse aquí), con el que ningún aspirante a concluir su bachillerato se quede detrás. Para la UNIDEV, la educación no puede entenderse sino como un sinónimo de la entrega de un servicio de calidad a los estudiantes.

Referencias

—García, A. K. (2018, 25 de diciembre). Educación en México: insuficiente, desigual y la calidad es difícil de medir. El Economista. https://www.eleconomista.com.mx/amp/politica/Educacion-en-Mexico-insuficiente-desigual-y-la-calidad-es-dificil-de-medir-20181225-0028.html

—Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (s. f.). Cuéntame de México: asistencia escolar. https://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/asistencia.aspx?tema=P

—Universidad Nacional Autónoma de México. (s. f.). Desigualdad educativa. Plan Educativo Nacional. http://www.planeducativonacional.unam.mx/CAP_00/Text/00_09a.html

—Usla, H. (2018, 10 de julio). Aumenta deserción escolar por falta de interés y problemas económicos. El Financiero. https://www.elfinanciero.com.mx/economia/aumenta-desercion-escolar-por-falta-de-interes-y-problemas-economicos/

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